Sí, como dice el cartel del Instituto Asturiano de la Mujer, “gracias a todas creamos historia”. La campaña del día 8 de marzo de 2016 nos llama la atención este año sobre la importante aportación que han realizado las mujeres a lo largo de la historia en los campos de la cultura, la creatividad y la innovación o la empresa: “La mujer, haya salido del anonimato o no, en todos los momentos de la historia ha aportado tanto dentro como fuera del hogar a la conformación de la sociedad tal y como hoy la vivimos. La mujer ha creado derechos, arte, cultura…. Y ha aportado valor económico a la sociedad.”
Estamos en el siglo XXI y, aunque esa es una gran verdad, aún está demasiado silenciada y es poco reconocida. Queremos contribuir a sacar a la luz a tantas y tantas mujeres que han hecho posible nuestro mundo de hoy. Ellas, con su historia personal, han sido constructoras de la Historia.
Por eso este 8 de marzo el alumnado de 4º de ESO y de 1º de Bachillerato de Literatura Universal podrá conocer a una mujer que vivió en el Avilés de principios del siglo XX, Esperanza Rodríguez Cerdán. De esta maestra que impartió clase en Miranda nos hablará la investigadora avilesina Rebeca Fernández Alonso. Son muchas las mujeres que han luchado para que hoy podamos estar en los centros educativos, para que hoy podamos estar en cualquier ámbito laboral, para que hoy podamos decidir… Esperanza lo hizo y le damos las gracias a Rebeca por contárnoslo.
En el cartel de nuestro IES podemos ver a una lectora (cuadro del pintor francés Fragonard) que desde el siglo XVIII nos trae hasta nuestra Biblioteca. Este mes de marzo podéis ver una exposición de libros escritos por mujeres. A algunas las conocéis bien y otras muchas merecen ser conocidas. Muchas veces en los libros de texto, en los programas educativos, se las olvida pero, como podréis ver, son muchas y han llenado nuestras estanterías con su arte hecho palabras.
El lema de nuestro cartel es “Ellas nos han traído hasta aquí”. Os invitamos a personalizarlo con esa mujer, con esas mujeres de vuestra familia que, muchas veces de manera silenciosa, han hecho posible que sus hijas, que sus nietas puedan ser hoy la Cecilia pintora, la Eva empresaria o la Paula estudiante del cartel del Instituto Asturiano de la Mujer. Queremos que nos contéis la historia de esa abuela, de esa bisabuela, que nos habléis de sus luchas, de sus logros… Merecen recordarse, queremos conocerlas… Introducid un comentario. ¡Llenad con sus nombres y sus historias esta entrada! ¡Va por todas! GRACIAS.
Mi bisabuela Feliciana, por parte de mi padre, no fue nunca a la escuela. No sabía leer ni escribir. Desde pequeña trabajó en el campo. Más tarde cuidó de los hermanos pequeños y de la casa. En esa época las mujeres se quedaban en casa o en el campo, por lo que no era nada raro y no luchó por sus derechos. Su hija tampoco pudo ir a la escuela pero por culpa de la guerra. Sin embargo, educó a sus hijos para que no fueran machistas. La prueba de ello es que todos, hijos e hijas, pudieron estudiar, compartían juegos y se ayudaban en las labores del hogar.
ResponderEliminarElisa Fernández Sánchez 1ºC ESO
Eva Pérez Álvarez 1ESO C
ResponderEliminarMi abuela Rosa, cuando tenía solo 10 años, tuvo que abandonar la escuela sin apenas saber nada para ayudar a su madre a cuidar de sus hermanas, ya que mi abuela era la mayor de todas. Mi abuela tuvo una infancia muy difícil ya que, cuando era pequeña, vino desde Andalucía hasta Avilés y mi bisabuela tuvo que sacar adelante ella sola a siete hijos, y estaba muy agobiada, ya que no podía salir con sus amigas, ni disfrutar de su tiempo libre sino que tenía que estar en casa cuidando de sus hijos. Mi abuela tuvo que dejar la escuela, para poder ayudar a su madre, y también sufría muchos comentarios machistas de su familia, como que solo estaba hecha para cocinar, quedarse en casa y cuidar a sus hijos y a su marido. En la actualidad mi abuela a educado a sus hijos para que no permitan que las personas machistas les dañen o les molesten. También ha participado en numerosos eventos relacionados con la mujer, como el año pasado que participó en La Carrera de la Mujer para apoyar a cada una de las mujeres que, en silencio, están haciendo historia.
Mi bisabuela Ana tuvo una infancia mala,ya que como era la pequeña las hermanas la despreciaban.Cuando tenía veinte años la echaron de casa,los padres ya le tenían una casa alquilada en Huelva,su pueblo,allí trabajó en un quiosco,fabricando sus propias chuches sanas.A los veinticinco años encontró a un chico,con el que se casó a los veintisiete años.Tuvo dos niñas y un niño,y a los dos años de tener a sus hijos,su marido la empezó a tratar como su criada.Además de trabajar fuera de casa,también trabajaba como ama de casa.A los tres años,se divorciaron,ella sola sacó a sus hijos adelante,ya que su marido era alcohólico,no podía quedarse con sus hijos.
ResponderEliminarMarta Menéndez de la Corte 1ºC
El 8 de marzo fue el Día de la Mujer.Es un día que hay que respetar por todas las mujeres que están siempre ahí para los hombres,como mi abuela.
ResponderEliminarMi abuela se llama Victoria. Cuando solo tenía 6 meses,su padre, que era camionero,tuvo un accidente y murió.Mi abuela, después de todo,se fue con su madre para siempre.Mi abuela a los 18 años más o menos se marchó a vivir a Francia.Allí trabajó en una fábrica de conservas.A los 29 años volvió a España,a Segovia.Cuando tenía unos pocos años mas, se mudó a Avilés y conoció a mi abuelo.Cuando se casaron hacían todo juntos y ahora hacen todavía más cosas como fregar,cocinar...Ellos siempre dicen que para todo son un equipo. Sirven de ejemplo para mucha gente .
Hugo López Alonso 1ºC
Mi abuela materna Luisa vivía en Saugo, un pueblo de Salamanca. Tiene tres hermanas. Fue poco al colegio, aprendió lo básico, hablar, escribir y leer. Para conseguir dinero viajaba a Barcelona y a Coria, un pueblo de Cáceres para trabajar de interna y servir a los más ricos. Una de sus hermanas le acompañaba en sus viajes. En su casa nunca tuvo problemas, su padre, mi abuelo,ayudaba en la casa y se distribuían bien las tareas.
ResponderEliminarMi abuela paterna, Carmina, iba casa por casa con sus hermanas vendiendo leche. Tenían un caserío, tiene ocho hermanos en total, tres mujeres y cinco hombres. Ellas eran las que iban al río a lavar la ropa y se encargaban de que la casa estuviera limpia, mientras que sus hermanos hacían los trabajos de la granja. Igual que mi abuela materna no había ningún tipo de machismo, los hombres trabajaban de una forma y ellas de otra. Ellos fueron un gran ejemplo para sus hijos.
SANDRA GONZÁLEZ 1 ESO C
BERNARDA:
ResponderEliminarMi bisabuela (la madre de mi abuelo) no lo pasó nada bien:
Ella provenía de familia adinerada. Sus familiares tenían tierras y una tienda, con lo que su dinero era abundante.
A los 16 años la obligaron a dejar sus estudios para casarse con un joven de familia adinerada también y ella, muy a su pesar, tuvo que aceptar.
Se casaron y al principio todo marchaba más o menos bien. No había amor, pero vivían con servicio y como señores.
Mi bisabuelo empezó a irse a viajes por su trabajo, pero en los que aprovechaba para hacer otro tipo de cosas. Se iba lejos, cogía el dinero de su mujer y el de su familia y se lo gastaba en cosas poco apropiadas o innecesarias. Se dedicó a vivir la vida.
En un viaje se fue a Cuba y volvió completamente arruinado.
Mi bisabuela se topó de bruces con una casa que mantener y cinco hijos a los que sacar adelante sin apenas dinero.
Mientras mi bisabuelo se dedicaba a vivir la vida, ella se ganaba la suya.
Al no tener conocimientos, tuvo que aprender a cocinar, limpiar, coser, planchar, etc. por las malas. Tuvo que despedir al servicio. Trabajó dando de mamar a niños y llegó hasta a pedir en la calle.
Sacó a todos sus hijos adelante hasta que se hicieron mayores y empezaron a poder, al fin, cuidarla a ella.
Él murió en la cama afectado de pulmón. El hermano mayor de mi madre (mi tío) recuerda verle a la edad de 80 años tosiendo sin parar.
Ella murió con bastantes problemas de cabeza, su pasado la dejó traumatizada.
Supongo y espero que toda mi familia, a partir de ahí, la tuvo siempre en cuenta. Mi abuelo les ha impartido a mis tíos y a mi madre una muy buena educación y ellos a mí. Espero que la familia no vuelva a sufrir nada por el estilo, ni mi familia ni nadie más.
LIDIA CARREÑO BUSTO 1 ESO C
Mi abuela, que se llama Julia, nació en 1940. En el colegio los sentaban de dos en dos en los pupitres, eso sí, tenía que ser niñas juntas en un lado y los niños sentados en el otro.
ResponderEliminarPor desgracia, mi abuela tuvo que dejar el colegio a los doce años,porque la tenían que operar de la pierna, la operación salió mal y no pudo volver al colegio; esto fue en 1952. A los 21 años se casó, y a los 23 tuvo a su primer hijo. Mi abuelo trabajaba de militar, y no estaba mucho en casa, así que mi abuela tenía que cuidar sola de sus cuatro hijos.
Mi abuelo venía uno o dos días a la semana para ver a sus hijos y ayudar a mi abuela a cuidarlos.
En el tiempo en el que mi abuelo no estaba en casa, mi abuela cuidaba como podía a sus hijos,dándole de comer, educándolos... Hoy en día tanto sus hijos como sus hijas han conseguido trabajo fuera del hogar.
Noelia García Seoane 1ºC
Mi abuela, cuando era joven, tuvo que heredar el trabajo de mi bisabuelo, porque tuvo un accidente laboral y no pudo trabajar más. Cuando tuvo que empezar en la fábrica, los hombres la miraban mal por ser una mujer, pero ella siguió adelante, trabajando hasta jubilarse. Esto hizo que en mi familia no hubiera tanto machismo.
ResponderEliminarRaquel Salgueiro Monforte 1B ESO
ResponderEliminarMi abuela y mi madre no vivieron situaciones graves de machismo. Pero eso no quita que tuvieran problemas por el hecho de ser mujeres.
A mi abuela, mi abuelo no la dejaba trabajar fuera de casa.Mi tía con diez años se mudó de Candeleda a Avilés y mi tía estudiaba en Candeleda, pero en Avilés le decían que era ya mayor para estudiar mientras que a mi tío le dejaron estudiar.
Mi madre, cuando trabajaba en el supermercado y su madre no estaba porque se fue a Candeleda, sus hermanos le esperaban para que ella hiciera la comida. Y eso siguió hasta que mi madre dijo que si querían comer se harían la comida ellos. Y así mis tíos aprendieron a cocinar.
Luca Tuñón villar 1ºB E.S.O.
ResponderEliminarMi abuela, cuando era joven, no podía viajar sola, no podía comprar si no iba con un hombre, y siempre tenía que hacer lo que le mandaban su padre...Solo podían cocinar, cuidar de los hijos lavar y la diversión solo era para los hombres.
El día que cumplió 23 años salió a celebrarlo con sus amigos pero le mandaron estar de vuelta antes de las diez de la noche. Ella había hablado con su madre para que le dejara estar hasta más tarde fuera de casa. Pero su madre no se lo dijo a su padre. Entonces, al llegar su padre a casa, al no verla, salió a buscarla. Cuando la encontró, la llevó a casa.
Un día estaba ella en Saldaña (que es su pueblo materno) tomando un café con un amigo en un bar. Alguien avisó a su madre de que ella estaba en un bar y fue a por ella porque no dejaban a ninguna mujer entrar sola en un bar.
El agosto en el que ella tenía 14 años, un día que hacía 40 grados, ella estaba andando en bicicleta con una camiseta cuya manga le llegaba por el codo. Pasó cerca del convento donde estaban las monjas y ellas le dijeron que si no le daba vergüenza estar enseñando el brazo y le ordenaron que se pusiera una chaqueta pero ella no se la puso porque no entendía por qué los hombres podían ir en manga corta y las chicas tenían que ir tapadas.
Un día en el que mi abuela tenía 35 años, mi madre, que tenía 9 años, estaba jugando en un prado de Gijón con mi tío, se clavó un cristal en el pie y tuvieronque ir al hospital de Cabueñes. A pesar de que mi abuela ya estaba casada, su autorización para operar a mi madre no era válida. Necesitaban la autorización de su marido. Como no lo encontraban, el cirujano accedió a operar a mi madre pero solo porque era muy bueno.
Sara Justo Lorente 1ºC
ResponderEliminarMi abuela Modesta,tuvo una infancia muy difícil, tuvo que dejar la escuela con trece años para ir a trabajar a una peluquería, estuvo trabajando ocho años y cundo tenía veintiún años tuvo que dejar la peluquería para criar a cinco hijos. Fue un gran ejemplo para sus hijos.
Cecilia García Martinez 1ºB
ResponderEliminarMi abuela Acacia tuvo una infancia mala ya que a los diez años tuvo que dejar la escuela para educar y enseñar a sus tres hermanos pequeños, cuando todos crecieron ellos trabajaban en el campo con su padre mientras ella iba al río a lavar la ropa con su madre, cuando su madre murió ella tenia que hacer todo el trabajo que todos estos años hacia con su madre sola.
Carlos Galán Cabrera 1ºB
ResponderEliminarMi madrina, Isolina, es médica y fue a una ONG en África (Malawi) para ayudar a los niños.
Allí estuvo unos cuantos años y antes de marchar a Avilés adoptó a un niño, llamado Jesús.
Hasta ahora ella sigue trabajando de médica y a la vez cuidando de su hijo sin ninguna ayuda, por que ella está soltera.
Jesús está estudiando para ser profesor de educación física y también es bailarín.
Ahora mi madrina y mi otra tía que es profesora van cada verano a cuidar y a enseñar a los niños en África.
Mi madre es una chica luchadora,desde que tuvo dejar su país para conseguir dinero. Nadie le apoyo en su decisión pero ella confió en ella misma y fue a España donde conoció a una amiga que aun sigue con nosotros, ella le ayudo a mi madre a conseguir trabajo, papeles, carne de identidad todo . Aun se lo seguimos agradeciendo .Pero esto se trata de mi madre así que , cuando lo consiguió todo no se fue de nuevo sino nos trajo para que no volviéramos a la trisis de nuevo pues gracias a ella estoy sana estudiando y feliz.
ResponderEliminarMi abuela Maria, no vivió ningún signo de machismo, en su vida. Pero eso no quiere decir que tuviera otras obligaciones, por ser mujer.
ResponderEliminarElla solo pudo ir a la escuela hasta los 11 años, ya que había nacido su hermana, ella la tenía que cuidarla porque su madre y sus otras hermanas trabajaban. Ella fue como una segunda madre para sus hermanas.
ANDREA GONZALEZ 1º A
El otro día le pregunté a mi abuela sobre la educación en sus tiempos y ella me contestó que iba a un colegio femenino en el que le enseñaban poco más que a tejer o a fregar. En esos tiempos se le
ResponderEliminarconsideraba mejor al hombre que a la mujer. Cuando mi abuela llegaba a su casa tenía que hace las tareas de casa y llevarle la comida a sus hermanos que trabajaban en el campo.
Pero el machismo no solo no era exclusivo de los tiempos de mi abuela, si no que mi madre también lo vivió . Cuando mi madre vivía en casa de sus padres, llegaba del colegio y , mientras mi tío no daba un palo al agua, ella tenia que cargar con el peso de muchas de las tareas de la casa.
Hoy en día, aunque parezca que no, también hay machismo, como por ejemplo, una mujer llega del trabajo y mientras su marido ve Telecinco , ella hace la cena, la colada...
Por último mis padres me han comentado que tengo una tía que ha sufrido violencia de género por parte de su marido bebedor y autoritario.
En nuestra casa nos repartimos las tareas, yo hago la habitación y la cama y... ¡me gano unos eurillos|
PABLO GARCIA HERRERO 1º A
Gracias abuela por las cosas imposibles que has hecho para sacar la familia adelante, esforzándote con un trabajo que no tiene vacaciones, un trabajo muy difícil, que tú puedes hacer porque eres mi “súper-abuela”.
ResponderEliminarMi abuela Julia era una niña cuando estalló la Guerra Civil en España. Se quedó sin padres y se tuvo que venir a Asturias a servir en la casa de unos señores ricos cuando tan solo tenía mi edad. Mi abuela no tuvo infancia, como muchas otras mujeres que, aunque no son famosas, han llevado una vida muy dura y merecen ser recordadas.
ResponderEliminarMi abuela trabajaba con mi bisabuela en el campo. Cuando esta murió, mi abuela se quedó con esas tierras. A día de hoy, mi familia y yo vamos al campo donde trabajaba mi abuela y mi bisabuela,y, aunque ya no haya nada, quedará para la historia de mi familia. ¡Gracias abuela!
ResponderEliminarTengo que dar gracias a todas las mujeres, porque “ellas nos han traído hasta aquÍ”. Aunque mucha gente (la mayoría hombres) piensan que hay trabajos o determinadas actividades que las mujeres no pueden hacer, se equivocan puesto que las mujeres pueden hacer tantas cosas como los hombres o incluso más. Por eso doy las gracias y también les doy las gracias a todas las mujeres que están cerca de mí, me ayudan y han llevado a mi familia y a mí hasta aquí.
ResponderEliminarLas mujeres siempre han sido discriminadas, ahora ya no tanto como antes, pero hay gente que sigue pensando que el azul es para chicos y rosa para las chicas. Al igual que con los trabajos; por ejemplo el fútbol o los deportes, que los realizan chicos pero no chicas. También hay trabajos que solo lo pueden hacer las mujeres, por ejemplo, ser ama de casa. También coser suele ser muy típico de las mujeres. En cualquier trabajo se puede encontrar discriminación hacia las mujeres.
ResponderEliminarCuando hablamos de las abuelas, hablamos de generosidad, de ternura y de protección.
ResponderEliminarSiempre dispuestas a comprender y a ayudar. Quizás los años y la experiencia las hayan
envuelto en una magia especial que hace que tus problemas se conviertan en algo
insignificante en cuestión de segundos. Ellas nacieron en una época en que tenían más
obligaciones que derechos. Tan valiosas y, por desgracia, tan poco reconocidas. Con su
esfuerzo han cambiado un poquito este mundo haciéndolo más justo para nosotras. Por eso
hoy doy las gracias a todas las abuelas que han hecho tanto dentro del hogar como fuera de él.
AIDA RODRÍGUEZ, 1º ESO B
ResponderEliminarCuando mi madre estaba en cuarto de EGB, una profesora de Educación Física dejaba a los niños de su clase salir al patio a jugar y a las niñas las mandaba quedarse en el aula a limpiar.
A mi madre le parecía injusto y a mí también, porque si los niños tienen derecho a jugar, las niñas también deberían tenerlo. Y si las niñas tienen la obligación de limpiar, los niños también deberían tenerla.
Cuando mi madre era pequeña y la sociedad era machista solo le dejaban hacer ejercicios físicos en Educación Física que ayudasen a parir y eso era visto como algo normal. A mi madre le gustaba y le gusta correr. Pero no la dejaban, ya que creían que era innecesario pues no iba a llegar a nada más como deportista. También le decían que tenía que aprender a limpiar, a cocinar, etcétera, y a mis abuelos no les parecía bien pero tuvieron que aguantarse, porque ellos la educaban en un ambiente igualitario. Gracias a ellos estudió lo que ella quiso.
ResponderEliminarÁlvaro Sacristán de Frutos 1º B