A veces pensamos que nuestros estudiantes están dormidos, que no escuchan, que sólo piensan en sí mismos, pero nos equivocamos; no hay más que darles la oportunidad de reflexionar, mostrarles lo que otros construyeron con las palabras y pedirles que lo intenten ellos, como hizo Serrat allá por el 81 con su canción "A quien corresponda", para que salgan cosas como esta instancia de una alumna de 4º de ESO:
Laura Solís Casado, de quince años de edad, estudiante originaria de Avilés, residente en la calle del Prado, número 23, demasiado joven para poder casarse, con DNI 12345678X
EXPONE:
Que no hace falta un arma de fuego para poder herir a otro.Que la vida está muy difícil para derrochar desigualdad.Que en esta nuestra sociedad española los cotilleos son lo primordial.Que cortan alas a emprendedores y arrancan de raíz los sueños e ilusiones.Que las calles se vuelven selva y nunca sabes por dónde te atacarán.Que uno no halla refugio ni en su propio hogar.Que hay muchos de lengua suelta lanzando leyes como cuchillos para hacer ver que hacen algo cuando en realidad no hacen nada.Que hurgan mucho en las heridas que no se deberían ni mirar.Que unos gritan libertad y otros tantos igualdad, pero todos se han olvidado de la palabra fraternidad.Que se mira por el hombro al que es de otro país y se nombra a la ligera la invasión.Que impulsamos el falseo y la traición.Que hay mucha gente con miedo a la vida y a ellos mismos intentando desaparecer de un mundo incómodo.Que no podemos ser como realmente somos por los juicios precipitados o porque nadie quiere ganarse una paliza de un retrógrado radical.Que dejamos de lado los versos y escritos diciendo que no los entendemos, por miedo a reflexionar, abrir los ojos y estamparnos contra la realidad.Por ello y un listado de cosas más,
SOLICITA:
Cambio sin tempestad o tiempo de conflicto, y más altavoces en cantautores y poetas. Menos leyes por tontería, que alguien de los que está arriba se destapone los oídos y escuche a los habitantes de estas tierras, que, como todo siga así, verá pasar una nueva guerra. Expulsar a unos cuantos católicos en fachada que no soportan ver a cualquiera vivir y amar. Y desintegrar todas las ideas antiguas que provocan tanta muerte, que derraman tantas lágrimas con sangre, que nos impiden vivir a gusto en un mundo que existe para ser confortable.
El día quince de octubre de dos mil trece
Laura Solís Casado
A LA VIDA EN SÍ, A LA GENTE EN TOTAL, A TODO AQUEL DISPUESTO A ESCUCHAR Y CAMBIAR
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