El pasado 18 de febrero, el alumnado de 4º A y B fue seleccionado por sorteo para realizar una visita a la cárcel de Villabona el lunes día 25, ya que el número de personas no podía superar las cincuenta.
A las ocho y media de la mañana nos subimos en el autobús pensando que nos encontraríamos un lugar lleno de presos con trajes de rayas y esposados al igual que en las películas, pero nos equivocábamos.
El día era gris y lluvioso, cuando llegamos se nos requisó el DNI y nos hicieron pasar por un detector de metales por seguridad. Tras dos controles más para vigilar la salida y la entrada de personas, nos dirigieron a la unidad terapéutica (UT) donde nos sentamos junto a veinte presos y dos de sus “profesores”, los cuales actúan como auténticos padres, les ayudan en todos los aspectos y les regañan cuando hacen algo mal.
En esta visita aprendimos cosas que no se pueden estudiar en los libros, a ser personas. Nos contaron sus experiencias en relación con las drogas y el alcohol, errores de la juventud que terminaron por pasar factura.
Un tanto asustados, pudimos observar algunas de las instalaciones, incluidas las celdas, y, a continuación, nos despidieron. Tras pasar otra vez por los mismos controles que a la ida, nos subimos en el autobús de nuevo hacia Avilés, afirmando que había sido la mejor visita que habíamos hecho y reflexionando sobre lo aprendido, que nos servirá de lección para toda la vida.
Sofía Avedillo, 4º ESO B
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